Las mejores experiencias en VR empiezan antes de ponerse el visor
Tres consejos para construir experiencias de marca memorables en realidad virtual.
Por Edu Pou. Adaptado del artículo publicado originalmente el 19 de febrero de 2016 en Advertising Age.
Cuando hablamos de realidad virtual, a menudo lo hacemos usando verbos en tiempo futuro. Aunque nadie ponga en duda que sea un medio en constante evolución y lleno de posibilidades, siempre da la sensación de que va a estar listo mañana. Parece ser que, por fin, mañana está a punto de llegar. Con tres visores domésticos comercializados este año, se calcula que se van a vender más de 14 millones de unidades en el mercado. Estas proyecciones hacen que 2016 esté llamado a ser el mejor año para VR, en el que muchas personas van a experimentarlo por primera vez.
Hasta la fecha, una amplia mayoría hemos tenido el primer contacto con VR en un lugar público. Incluso tras la esperada comercialización de visores domésticos, sólo podemos esperar la proliferación de instalaciones de realidad virtual en centros comerciales y centros de convenciones producidos por marcas o productores de contenido. Es aquí donde las marcas tienen la oportunidad de establecer una conexión real con sus consumidores, creando experiencias a la par memorables y positivas. Para ello, vale la pena poner tanto esmero en el diseño de una instalación de realidad virtual como en su propio contenido.
Fuente: The Verge
Sin duda habrá gente dispuesta a sentarse en sillas incómodas y conectarse a ordenadores en lugares lleno de extraños que les observan. Por ahora, parece que la curiosidad vence a la incomodidad y la vergüenza. Por ahora. En cualquier caso, ninguna marca quiere que sus consumidores les asocien con sentimientos como vergüenza e incomodidad. Así que en lugar de dejar que la tecnología haga todo el trabajo, debemos canalizar el interés y la emoción de la audiencia para crear experiencias realmente extraordinarias.
Para construir instalaciones de realidad virtual memorables:
1. Creemos expectación. Por definición, la realidad virtual es envolvente, pero la experiencia puede y debe comenzar antes de que el visor se encienda. Tal como algunos teatros musicales decoran sus vestíbulos convirtiéndolos en extensiones del espectáculo, al crear entornos que preparen a la gente sobre lo que están a punto de experimentar acentuamos el impacto del contenido y permitimos a los espectadores primerizos familiarizarse con un entorno desconocido que podría intimidarles de entrada. Un ejemplo reciente es la instalación de Mr Robot en la última edición del Comic-Con de San Diego. Los asistentes pudieron ver un episodio de la serie filmado en VR específicamente para el evento en una réplica exacta del apartamento del protagonista, junto a los actores y el director. Para el resto del mundo, el episodio fue publicado simultáneamente en la plataforma within y eliminado 1 hora después, convirtiéndolo en una emocionante experiencia global.
Fuente: The Verge
2. Construyamos experiencias alrededor del espectador. Es natural que al crear una experiencia de marca estemos tentados a contar la historia de la propia marca. Lo natural no siempre es sinónimo de bueno. La amanita faloide también es natural y puede ser mortal. Sin que en nuestro caso nadie muera, al convertir lo que en potencia es una experiencia íntima con un usuario en un mensaje puramente comercial perdemos una oportunidad de oro. Alguien que está suficientemente interesado con lo que le queremos contar para ponerse un visor de VR o bajarse una aplicación en su teléfono móvil merece ver algo más que un anuncio.
3. Tengamos en cuenta la apariencia de los espectadores. El uso de un dispositivo de realidad virtual por primera vez es una experiencia intimidante para muchos. Y como tantas primeras veces, puede que los usuarios tengan miedo de hacer el ridículo. Una forma de evitarlo es creando un espacio privado, de inmersión total para los usuarios, manteniéndolos fuera de la vista de los demás. Así los usuarios primerizos pueden estar a sus anchas, y crear suspense para los que esperan su turno. En el otro extremo, algunos mensajes publicitarios en realidad virtual utilizan a los mismos espectadores como parte de la experiencia. En el caso de una instalación en el Palais de Tokyo, el artista Aramique utilizó sillas vanguardistas para posicionar los usuarios en formas no convencionales para aumentar su propia experiencia de realidad virtual y, al mismo tiempo, convertirlos en parte integral del espectáculo para el resto del público. La realidad virtual se encuentra en un momento muy interesante y presenta enormes oportunidades para la creatividad. Contando con una audiencia cautiva y entregada, contando con mejoras técnicas al alcance de un público cada vez más numeroso, y contando con la atención de los medios de comunicación que multiplican el alcance de este nuevo medio, conseguir que las experiencias de marca en VR sean memorables no es sólo nuestro trabajo sino nuestra responsabilidad.
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