El día a día en la Escuela se puede resumir en una palabra: trabajar. Pero además pueden pasar muchas cosas: acabar una campaña escuchando jazz en vivo, visitar una imprenta, realizar una videoconferencia con cualquier punto del planeta, grabar en un estudio de sonido, salir a la calle a dibujar tipografías, hacer una presentación al cliente… Trabajo intenso, de alto rendimiento, a veces duro, siempre exigente. Pero aburrido, nunca.